martes, 15 de enero de 2013

Contradicciones de la educación mexicana

 

Aunque no es un fenómeno exclusivo de México, si es muy notable la contradicción entre un gasto cada vez mayor y una baja en la calidad de la educación, prácticamente a todos los niveles del sistema educativo. Lo que significa que los crecientes recursos financieros dedicados a la educación están mal siendo utilizados, y no sólamente en lo referente a desperdicio o corrupción, sino a gastarlo en planes, programas y proyectos que no satisfacen las necesidades reales de los profesores y los educandos. Si bien aun lel dinero gastado en este rubro no es suficiente, también queda claro que su gasto es inadecuado. Así que en menudo problema estamos inmersos. Sí, se necesita más dinero para la educación, para tener mejores instalaciones, mobiliario, equipo de trabajo, pero sobre todas las cosas, programas escolares que hagan seres humanos pensantes, capaces, hábiles y libres. Con iniciativa y un marcado sentido social, de pertenencia a su comunidad, dispuestos a trabajar para ella. Y esto debe darse desde la educación pre-escolar hasta el posdoctorado. Es decir, a todos los niveles y todas las especialidades.
Tanto en las cuestiones económicas, la administración, las ciencias sociales y las humanidades, las ciencias básicas o duras, las ingenierías, la salud y la propia educación. México necesita profesionales y especialistas en todas esas áreas.
Así que lo que hay que hacer es redirigir los recursos en base a un nuevo proyecto educativo, incluyente y participativo, en donde todos los actores involucrados tengan voz y voto. Un proyecto que contemple la formación de los jovenes, y los no tan jovenes, desd la base hasta la punta más alta del edificio educativo, de tal manera que haya continuidad y coherencia a lo largo de todo el proceso, y no las rupturas que hoy existen y que no se traducen en otra cosa que ineficiencia y una educación fracturada, que lejos de ayudar a solucionar los grandes problemas naionales, los profundiza y agrava.
Tal vez esto suponga transformar por completo a la Secretaría de Educación y a su correspondiente sindicato, en búsqueda de una completa federalización del  sistema educativo, que lo haga más eficiente y acorde a las necesidades regionales y nacionales. No se puede hablar de un federalismo efectivo con una educación centralizada como la tenemos todavía hoy. Para lo cual habrá que dotar a cada estado de los recursos humanos, técnico-científicos y financieros para su óptima operación. No basta con delegar atribuciones, si se carecen de los recursos necesarios.
No menos importante es mantener la educación laica y una ética cívica igualmente laica, que promueva el nacionalismo, la solidaridad, la corresponsabilidad, el respeto, la fraternidad, la tolerancia y una vida democrática. Que cree hombres libres y emprendedores. Se tiene y se debe educar en ese sentido, si queremos una sociedad libre, democrática y federal, cosa que hasta hoy se ha sabido simular muy bien, pero que no es eo, sino una simulación, detrás de la cual está una sociedad profundamente conservadora y pasiva, injusta e inequitativa, que ha traido resultados desastrosos para la mayoría de los mexicanos. Tiene que haber una convergencia entre recursos y calidad en la educación, en base a un proyecto educativo renovado. 

1 comentario:

  1. Sí, debe haber una reforma de acuerdo a las necesidades de nuestro país...y tomar conciencia que todos tenemos parte en la educación...=)

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