martes, 15 de enero de 2013

La nueva Reforma Educativa

La Reforma Educativa no es un conflicto entre Gobierno y Sindicato, es una necesidad de México” Emilio Chuayffet
Éstas fueron las palabras que escribió en su cuenta de Twitter el nuevo Secretario de Educación Pública de México, intentando acallar los rumores de que, tanto su nombramiento, como la Reforma Educativa 2012, eran una declaración de guerra al Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) y a su lideresa, la Maestra Elba Esther Gordillo. Sin embargo, hay que leer con calma el texto completo para darse cuenta de que realmente son necesarios los cambios que propone para que la educación en México evolucione, adaptándose a una nueva realidad.
La Reforma Educativa 2012 parte de algo fundamental, la función que se establece en el artículo 3º constitucional, en el cual queda plasmado que el Estado está obligado a proporcionar una educación encaminada a: “desarrollar armónicamente las facultades del ser humano, fomentar el amor a la patria, el respeto a los derechos humanos y la conciencia de la solidaridad internacional en la independencia y la justicia” función que hoy por hoy no se estaba logrando y era tiempo de reflexionar y trabajar al respecto.
En el texto se reconoce que, aunque ha habido avances en educación, existen carencias que hay que solventar. A estas alturas son muchas las exigencias, inconformidades y propuestas de la sociedad y de los mismos actores del hecho educativo a las que hay que atender, además de los requerimientos que dictan los nuevos tiempos, pero sobre todo, el argumento más importante y por el que vale la pena confiar en esta Reforma, es el de lograr justicia social.
Tanto en el documento “Por una educación de calidad con equidad”, como en “Pacto por México” y ahora también en la Reforma Educativa, el Presidente Enrique Peña Nieto, le ha dado un papel prioritario a la calidad educativa, misma que concibe unida a la preparación de los docentes en conocimientos, actitudes, habilidades y destrezas, y que no puede darse sin que el alumno cuente con la alimentación y salud adecuadas, además de proporcionarle las nuevas herramientas que le darán una formación científica y tecnológica. Sin embargo lo más valioso es que concibe esa calidad de una manera inclusiva, sin dejar a ningún niño o joven fuera de ella.
Dado que la calidad educativa es un imperativo del Estado, tal como se refleja en la Constitución, están  justificas las modificaciones legales y  la creación de acuerdos entre el gobierno federal, el estatal y el sindicato para su logro.
En la Reforma se reconoce que  intervienen muchos factores en el proceso educativo: padres de familia, autoridades, planes y programas, infraestructura, maestros etc., pero definitivamente es el desempeño docente el más significativo de todos. Menciona también los diferentes roles que deben realizar los directores y supervisores, y que no siempre son ejercidos por las personas más capaces ni con el perfil adecuado, por tanto urge que exista un servicio profesional docente que atienda “su ingreso, promoción y permanencia en la educación básica y media superior que imparta el Estado, mediante mecanismos que garanticen la idoneidad de los conocimientos y las capacidades necesarias de quien aspira o se encuentra dentro del servicio”.
En el rubro de la evaluación, se expone la necesidad de elevarla a órgano normativo nacional y dotarlo de autonomía constitucional, para que tenga las atribuciones de evaluar el desempeño y resultados del Sistema Educativo Nacional en el ámbito de la educación preescolar, primaria, secundaria y media superior. “La evaluación tiene una elevada importancia y es un instrumento poderoso para el mejoramiento de la educación.  Evaluar es medir, analizar e identificar fortalezas y debilidades para producir un diálogo fructífero tendiente a la calidad y la equidad”.
En resumidas cuentas, la Reforma Educativa propone: el servicio profesional docente y la autonomía del Instituto para la Evaluación de la Educación. Adicionalmente propone un sistema de información y gestión educativa; la expedición de normas que permitan fortalecer la autonomía de gestión de las escuelas; establecer las escuelas de tiempo completo; impulsar el suministro de alimentos nutritivos y prohibir en las escuelas los alimentos que no favorezcan la salud de los educandos, llamados “chatarra”.
A lo largo del documento se valoran logros educativos, se hace apología de la labor del magisterio y se deja claro que no se puede cargar en el maestro toda la responsabilidad de los bajos logros. Por tanto, si se reconocen los logros es que no todo se hizo mal en el pasado, así que esta Reforma no puede ocasionar confrontación, ni constituir una declaración de guerra contra nadie. Un sistema educativo está conformado por elementos interrelacionados, de manera que para que el cambio se produzca y se asimile, será necesario considerar todos esos elementos porque un rompimiento con cualquiera de ellos, genera muchas consecuencias y no creo que sea la idea del actual gobierno.
Los partidos mayoritarios han avalado la Reforma, pero también lo ha hecho el SNTE, contra todo pronóstico, pero es que nadie que esté comprometido con la educación puede detener los cambios que, además de ser necesarios por el nuevo contexto mundial, buscan la calidad educativa y con ella la justicia social de los niños y jóvenes de nuestro país. La Reforma Educativa era una necesidad para México, por lo que pretender convertirla en un pleito entre gobierno y sindicato, es banalizarla y quitarle la importancia que tiene.

2 comentarios:

  1. espero que la nueva reforma traiga mas beneficios que malas cosas como todos piensan! es una buena noticia :D

    ResponderEliminar
  2. Esta reforma está hecha de acuerdo a las recomendaciones que le hizo la OCDE a México para mejorar la educación...esperemos que sea buena... =)

    ResponderEliminar